¿TE HA CANTADO EL GALLO?

¡Hey!, si tú… ¿alguna vez te ha cantado el gallo? No, de verdad, es una pregunta sincera, no es broma, mucho menos un juego; tal vez nunca te habían hecho esta pregunta y por eso te suene raro. Has de contestar: “pues no me ha cantado el gallo porque yo vivo en la ciudad y en la ciudad no hay animales –de esa especie- en las casas.

Por lo general, creemos que el canto del gallo es para anunciarnos que está comenzado el claro del día; pero al hacerte esta pregunta, no me estoy refiriendo a eso.

¿A qué me refiero? Al hecho que sucedió con el apóstol Pedro en Lucas 22:33, 34. Donde Pedro, después de que el Señor le anunció que iba a ser zarandeado por Satanás, Pedro contesta firme y confiadamente que lo seguiría no solo a la cárcel sino también a la muerte:

“El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte”

Bonitas palabras, saber y escuchar que uno está dispuesto a dar la vida por alguien, saber que hay alguien que se interesa por uno, pero como dice el dicho: “las palabras se las lleva el viento”, parece que esto le sucedió a Pedro, pues el Señor le contesta que el gallo le cantaría. ¿por qué el gallo le iba cantar a Pedro? Porque antes de que el gallo le cantara, Pedro negaría tres veces al Señor; negaría tres veces que anduvo con Cristo.

Leemos en Marcos 14:31 –texto paralelo a Lucas 22:33, 34- que aún después de que el Señor le dijo a Pedro que lo negaría él siguió insistiendo que no lo negaría pasara lo que pasara, que él estaba dispuesto a dar su vida con tal de no negarle; pero parece que pronto se le olvidó lo que él había dicho; porque después que prenden a Jesús, Pedro lo sigue de lejos (Lc. 22:54) con temor a que lo fueran a descubrir.

Ya estando en el patio donde encendieron el fuego, Pedro se sentó entre los demás para calentarse (Lc.22:55), pero en ese momento –en que estaba sentado- fue identificado de que andaba con Jesús y en ese momento lo negó la primera vez (Lc. 22:56, 57). Un poco después lo reconoció otra persona y él volvió a negarle (Lc 22:58); como una hora después volvió a negarle y así se cumplió la tercera vez que le negaría, la cual, anunció Cristo antes, y mientras él le negaba la tercera ocasión, el gallo cantó y Pedro se acordó de las palabras del Señor (Lc. 22:61).

Nuevamente te pregunto: ¿te ha cantado el gallo? En otras palabras: ¿has negado al Señor? Pedro, después que negó al Señor tres veces, el gallo le cantó… ¿cuántas veces te ha cantado el gallo a ti? ¿cuántas veces has negado al Señor antes de que el gallo te cante?

Es posible que muchas, ¿verdad? No permitas que el gallo te siga cantando, mejor confiesa a todo mundo que Jesús es el Señor de tu vida, que él te ha cambiado, que él te ha dado la vida eterna y quiere dársela también a los demás, ¿lo harás? ¿confesarás a Cristo ó el gallo te seguirá cantando, es decir, lo negarás?

Recuerda que:
“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.” Mt. 10:32, 33

Omar Barajas Jiménez