¡La Victoria es Nuestra!

1a Corintios 15:57

Introducción:

Cierto es que a muchos de nosotros nos gusta sobremanera ganar, pero hablando de la vida espiritual deberíamos conocer sobre esa victoria que alguien ganó por nosotros, y así entender por qué decimos que la victoria es nuestra.

¿POR QUÉ LA VICTORIA ES NUESTRA?

En la primera carta a los Corintios, Pablo escribe acerca de la resurrección de los muertos, comenzando desde el primer versículo del capítulo quince, ya que había algunos cristianos que negaban la resurrección de los muertos (15:12) y durante las siguientes versículos Pablo prueba que esto no es así, ¿Qué contradictoria no cree? Si se predica la resurrección de muertos ¿Cómo es que la negaban? De hecho, el Espíritu Santo a través de Pablo nos dice que la resurrección de Cristo ¡Es nuestra victoria!

La palabra que se usa para “victoria” es la palabra griega nikos que significa conquista, victoria. Esta palabra aparece tres veces en la primera carta a los Corintios y cuatro veces en el Nuevo Testamento y en todas ellas habla alrededor de Cristo, pues él es nuestro conquistador.

¿CUÁL VICTORIA ES LA QUE TRATA PABLO A LOS CORINTIOS?

Como ya hemos visto con anterioridad, el tema es la resurrección de los muertos. Que tristeza -seguramente- debió sentir el apóstol Pablo al escuchar que algunos negaban la resurrección. En los evangelios encontramos a los saduceos (Mateo 22:23-33) quienes afirmaban que no había resurrección; el pasaje de Mateo Jesús los hace callar y la gente se admiraba de su doctrina. En particular es uno de los pasajes que más me gusta, pues está lleno de emoción para mí, ya que Jesucristo triunfa sobre ellos con una fuerza tremenda, a grado tal que no se atrevieron a preguntarle más, (Lucas 20:40). Ahora parece que los cristianos de Corintio no recordaban el caso, pero Pablo termina esta enseñanza diciéndoles, que la resurrección de Cristo fue la que les dio la victoria, entonces Pablo trata la victoria ganada por la resurrección de Cristo. Analicemos ahora los versículos 54, 55 y 57.

Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. V. 54

Pablo dice que cuando nosotros resucitemos y seamos trasformados, sólo así se puede cumplir la palabra escrita: “…Sorbida es la muerte en victoria.” Y como Cristo ya resucitó ya es muestra de esa victoria, por eso a continuación pregunta: ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? En ningún lugar ya que Cristo ha vencido; por eso debemos dar gracias a Dios, porque nos dio ya la victoria a través de Cristo, pues ahora podemos decir ¿Dónde está el pecado que nos acusaba, donde, si Cristo ya pagó? Primero resucitó Cristo y Pablo dice luego los que son de Cristo en su venida (15:23) Pero algo es seguro nosotros los que esperamos en Cristo y le obedecemos conforme a la Verdad estaremos ahí, así que esperemos nuestra resurrección y transformación con alegría.

Conclusión:

Hermanos tenemos la victoria en nuestras manos, Cristo ya pagó el precio y su más fuerte prueba es su resurrección, ahora lo que nos toca a nosotros es estar firmes: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” Nosotros debemos trabajar por predicar esa victoria siendo constantes y sobre todo seguir creciendo. ¡Gracias Cristo por esa victoria! Porque por ella ya no iremos al infierno.



Por: Javier Barajas Jiménez